Siempre que un grupo de amigas se reunen (al menos las mías), el tema obligado son los hombres. Podemos empezar hablando de trabajo, de ropa, de penas propias o ajenas, pero siempre terminamos hablando de ellos, y es el tema que se extiende por horas y horas, generando los mejores chistes, conclusiones y reflexiones que, a veces, acompañadas por un par de Baileys, suelen ser bastante profundas.
Cuando empezamos a hablar del hombre ideal, siempre lo vemos buenmozo, inteligente, estable, comprometido, con un trabajo respetable, y por supuesto enamorado hasta los huesos de nosotras y de nuestras adorables familias; nuestros padres se derretirán por él y será tan educado que abrirá la puerta del auto, pagara la cuenta, mandará flores, llamará para darnos los buenos días, y las buenas noches y que decir de los románticos mensajes de texto.
Debo decir con conocimiento de causa que estos buenos hombres existen, aunque algunas no lo crean, de echo conozco varios, la mayoría solteros sin compromisos, increíble pero cierto, y ¿saben porque están solos?. Según reconocen ellos mismos, porque a las mujeres nos gustan los chicos malos.
Lo peor de esto, es que tienen razón. Cuando tenemos la mala suerte de pillarnos con aquel especímen, caemos redonditas, nos enamoramos de ese que no es buenmozo, es rico, no sabe lo que quiere, es inestable (debe ser un creativo, justifico ingenuamente), no quiere compromisos (es que me ama, pero no lo sabe), no nos llama, ni responde los miles de correos electrónicos, ni soñar con un mensaje de texto; no, ese tipo de presiones no van con él.
Hagan memoria, yo sé que a lo mejor por salud mental tienen bloqueado ese episodio de sus vidas, pero ahí está ¿cierto?. Casi podría asegurar que todas hemos tenido un chico malo. El problema es que algunos son difíciles de olvidar, será porque todos queremos lo que no tenemos, o porque lo que cuesta se valora más...
¿Por qué nos gustan los chicos malos?. Deben tener una especie de imán que nos atrae irracionalmente y lo peor es que ninguna de las estrategias para lograr su atención resulta. Si lo llamo, no pesca, si lo dejo de llamar para darme importancia, tampoco pesca, entonces ¡¡qué!!. Me encadeno afuera de su oficina, invento una enfermedad grave, o hago un muñequito y empiezo a clavarle alfileres. El punto es que ellos saben que nos vuelven locas y eso les da poder sobre nosotras; ese poder resulta sumamente atractivo y nos volvemos a enamorar...
Es un círculo vicioso del que no podemos escapar a menos que los vínculos se corten para siempre. Cuando esto pase, sólo vivirás para ver llegar el día en que te encuentres con él y sientas que ya es parte de tu pasado..., y ojalá poder devolverle la mano, claro está.
No hay consejos, ni recomendaciones, ni secretos para enfrentarte a un chico malo, menos aun para olvidarlos una vez que caíste...lo que si es seguro es que si están en un grupo de mujeres y quieren poner un tema para la conversación, pregunten por el chico malo de sus vidas, y van a ver que todas tienen una historia para compartir.
Si te pillas uno, entonces, tienes dos opciones, o ignorarlo y arrancar...o rendirte a sus pies, enamorarte, sufrir, llorar, olvidarlo, sobrevivir...y unirte al club.